Examine This Report on poder de la palabra
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Por otro lado, la Biblia nos advierte sobre el poder destructivo de las palabras. En Proverbios 12:eighteen, se nos dice: «Hay quienes hablan como estocadas de espada, pero la lengua de los sabios es medicina».
Las afirmaciones son las palabras que te dices a ti mismo o que otros te dicen que crees, piensas y que se manifiestan.
El apóstol Pablo escribió: "Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes" (Efesios four:29). La palabra griega traducida como "corrompida" significa "podrido" o "sucio" y originalmente hacía referencia a las frutas y verduras podridas.
Responsabilidad y cuidado de la creación: Si todas las cosas han sido creadas por la Palabra de Dios, entonces tenemos la responsabilidad de cuidar y preservar la creación como mayordomos de lo que Dios nos ha confiado.
La Biblia nos revela el poder impactante de las palabras en nuestras vidas. Nuestras palabras tienen el poder de construir o destruir, de sanar o herir, de inspirar o desmotivar.
En la Biblia, se nos enseña que nuestras palabras tienen un gran poder. El libro de Proverbios 18:21 nos dice: «La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos». Esto significa que nuestras palabras pueden tener un impacto profundo en la vida de los demás.
Las palabras no son simplemente sonidos producidos por nuestra boca dando forma al aire que pasa por nuestra laringe. Las palabras tienen un poder serious. Dios creó el mundo con el poder de Sus palabras (Hebreos 11:3). Los seres humanos somos hechos a imagen y semejanza de Dios, y nuestras palabras también tienen poder. Para que click here quede claro, las palabras del ser humano no tienen el poder para manifestar la realidad. Pero nuestras palabras hacen más que transmitir información; tienen un impacto sobre las personas.
" Las palabras de Dios son poderosas y transformadoras. Cuando las recibimos y creemos en ellas, tienen el poder de cambiar nuestra vida por completo.
Las palabras de aliento pueden tener un impacto duradero en la vida de las personas. Pueden levantar el ánimo, inspirar confianza y motivar a otros a alcanzar su máximo potencial.
Nuestras palabras deben ser un fiel reflejo de nuestro corazón transformado por el amor de Dios. Cuando nuestras palabras están alineadas con la Palabra de Dios, podemos ser un canal a través del cual fluye el poder transformador de su Espíritu.
Cuando estas personas ostentan un cargo de responsabilidad, en el ciudadano crean una mezcla de rabia y tristeza e impotencia. Rabia porque el representante público tiene el deber de darle sentido a la comunicación que hace de sus acciones y propuestas.
Esto significa que debemos filtrar nuestras palabras y asegurarnos de que sean edificantes, útiles y llenas de gracia. No debemos usar nuestras palabras para herir o destruir, sino para construir y fortalecer a los demás.
Nuestras palabras pueden cambiar el curso de los eventos, pueden levantar el ánimo de alguien o hundirlo en la tristeza. Por ello, es imprescindible que seamos conscientes de cómo utilizamos nuestras palabras, ya que tendremos que rendir cuentas ante Dios por cada una de ellas.
“Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza”